¿Ciudad o Suburbio?
Antes de referirse al tema, creo necesario definir la palabra Suburbio. Se trata de un término propio de la geografía urbana, traducido directamente de la lengua inglesa (suburb), para referirse a las zonas residenciales de la periferia urbana. En lengua hispana, la traducción literal se refiere a los barrios bajos, pobres, marginados o degradados de esas zonas periféricas alejadas del centro de la ciudad. En Chile, claramente se usa la definición “robada” de los americanos.
El surgimiento de estos barrios responde a la escasez de suelo y por más que se siga construyendo en altura y metiendo más habitantes por metro cuadrado, la calidad de vida en las grandes ciudades es una especie en peligro de extinción.
En Santiago y en las regiones de mayor tamaño, se trata de microciudades en las afueras de la ciudad principal, a las que muchos eligen para vivir, alejándose del ruido, la contaminación e incomodidades de la urbe. Si bien implica mayores tiempos de desplazamiento y una cierta desconexión con el transporte público, vale la pena si se considera la calidad de vida que puede brindar.
La mayoría comienza como una realidad muy lejana a una microciudad, sitios enormes, poco comercio y nada de servicios (colegios, clínicas, etc.) Poco a poco se van poblando, principalmente porque los precios son bastante atractivos, por el valor de un departamento en la ciudad se puede conseguir un importante sitio en los incipientes suburbios. A poco andar ya toman forma y atraen aún más a los compradores.
Un claro ejemplo es Chicureo. Hace 15 años los terrenos tenían precios muy inferiores a los que se podían comprar en otras comunas. Hoy quedan pocos y ya hay cuatro colegios, dos clínicas, supermercados, farmacias, restaurantes, tiendas, etc. Es un suburbio tranquilo, los niños pueden circular en bicicleta y tener una vida más desconectada sin perder nada de lo que les puede brindar otra comuna.
En regiones la realidad no es distinta, pero es a menor escala ya que las ciudades céntricas crecen a una velocidad distinta a la de Santiago. Las razones por las que surgen estos barrios son siempre la búsqueda de una mejor calidad de vida que se basa en tranquilidad, amplios jardines, zonas habilitadas para practicar deportes, aire limpio y una oferta de servicios que suplan la necesidad de acercarse a la urbe. Aunque existan costos asociados como la bencina y muchas veces el peaje diario, pero para quienes han dado el gran paso, vale la pena. Es, sin duda, una inversión que da frutos a corto, mediano y largo plazo.
Volver